viernes, 22 de enero de 2010

Dicotomia de mi vida

Inundado de amor, tanto como de ira, cuesta tomar decisiones certeras. Es mucho más eficaz tratar de poner la cabeza en la heladera. Estoy en ese proceso, en el que debo ver cual es el mejor camino a seguir, sin lastimar a esa persona que sinceramente quiero ver bien, a esa persona que me hace sentir bien. Ha dicho muchas cosas bonitas sobre mi, que a veces no se como retribuir, que a veces me siento en la obligación de retribuir, que a veces siento que retribuyo de sobre manera.

Hay momentos donde lo más importante es una palabra bonita, una frase cursi, pero hay otros donde lo que debe predominar es realizar cosas, brindar hechos. Ese proceso quiero, y creo estar lográndolo, empiezar a circundar. Ver a una persona netamente enamorada de uno es muy satisfactorio, pero aquellos que podemos ser tildados de ambiciosos, o de que no sabemos vivir el hoy, que siempre proyectamos en el mañana, cuando sentimos lo mismo, empezamos a tratar de construir algo que deje cada día más y más huellas, generar una estructura. Gran dicotomía se genera cuando uno quiere eso, puede eso y hace todo lo que esta a su alcance para conseguirlo y la otra persona no quiere, o lo que es peor y duele más, no puede.

Es una pregunta que me hago todos los días, yo quiero proyectar, no sentirme disminuido en ningún momento, ¿Y si no se puede? ¿Debo dejar todo lo que siento de lado por esa ambiciosa necesidad de crecer? ¿Debo calmar mi ansiedad? ¿Debo replantear mi ambición?

Cuantas preguntas, para una sola respuesta. Dejar todo lo que siento de lado por esa ambiciosa necesidad de crecer implica, indefectible y minimamente, cambiar el tipo de relación que tengo, y eso es algo que no estoy dispuesto a hacer, por el simple hecho de que yo llego a necesitar proyectarme con ella, por lo que siento, y cuando la proyección es mucha, los sentimientos no pueden dejarse de lado.

El resto… Son todas incógnitas que para alguien que no las tolera, son un pesar diario. Me encantaría tener alguna respuesta, algún dato o por lo menos, algún atisbo de solución. Una idea con la que poder sobreponerme a la adversidad hoy presente sería excelente, pero no existe hoy por hoy. ¿Y qué hago con eso? Por el momento, me quedo pensando…

También hay otra cuestión, para aquellos que tuvimos varios intentos fallidos en el amor, siempre añoramos conseguir el maravilloso complemento, y así lo sienten ambos, los esfuerzos sobrehumanos por alimentar la pareja, ayudar a la otra persona y tratar de crecer, parecen simples juegos de niños, o por lo menos así, lo siento yo…